La obra ha consistido en el diseño y reforma de un local en planta calle para transformarlo en un aula de formación.
En planta alta se sitúa la recepción, con un bonito jardín vertical justo en frente de la puerta de entrada, se sacaron 2 aulas y al fondo se dispusieron los despachos para trabajos administrativos.
Toda la distribución de esta planta se realizó con mamparas de vidrio laminar de suelo a techo, con una franjas de vinilos mateados al ácido, para conseguir una mayor privacidad e independencia en cada estancia.
El suelo está hecho con una tarima de madera de alta calidad de roble envejecido.
Dos pilares de hierro roblonado del siglo pasado, se han descubierto, se han restaurado e ignifugado, como protección para incendios, con una pintura intumescente, para cumplir Normativa anti-incendios.
Se diseñó un mostrador adaptado a la medida entre pilar y fachada, a base de módulos recubiertos de acero inoxidable esmerilado y acero corten en los rehundidos que separan cada uno de los elementos.
La planta baja contiene un gran espacio común para aulas de formación que puede compartimentarse en 3 aulas independientes mediante unas grandes puertas plegables de dos hojas a cada lado, que dividen los espacios, cerrándolos herméticamente a nivel visual y acústico.